LAS DOS CABAÑAS DEL CORZO

Es un lugar tranquilo y solitario,  en  él solo se oyen los campanos del  ganado y el alegre cantar de los pájaros.  

Al llegar, unos caballos me indicaron como llegar a estas dos cabañas pasiegas, el paso estaba abierto y cuando me encontré delante de una de ellas,  percibí que el lugar tenía algo especial, me sentía a gusto allí.

La zona de alrededor de una de las cabañas tenía  algo que atraía, llamémoslo “magnetismo”.

No podría decir si la culpa era de sus vistas que eran suficientes para estar entretenida toda  una vida o si era por la paz que se respiraba.

Romanticismos aparte, allí uno tiene la sensación de estar lejos del mundo pero en realidad estamos a tan solo a 4 km de la capital del valle, Vega de Pas y a menos de 2 km de unas paradisiacas cascadas donde poder refrescarnos.

Estas propiedades tienen ante su vista  amplias praderías pero también zonas boscosas.

Una de las cabañas ha sido modestamente restaurada,  no está habitable,  pero con una pequeña inversión se puede disfrutar de unas estupendas vacaciones.

La distribución actual es una planta baja totalmente diáfana a excepción de un baño, una escalera nos lleva a la planta alta en donde hay 2 habitaciones y un salón con cocina con unas vistas impresionantes.

La electricidad se debe lograr con un generador o con paneles solares,  ya que hasta allí no llega el tendido eléctrico.

Es una finca rústica de 13.645 m2, algo pindia pero con posibilidad de hacer llana alrededor de las cabañas, estas tienen una superficie exterior según catastro de 114m2 y de 138m2 la que se ha semireformado.

Algo importante a destacar es que en ellas  hay cobertura móvil.

Está previsto por el ayuntamiento de Vega de Pas instalar unas piscinas municipales.

Algunos os preguntareis la razón por la que estas cabañas se llaman El Corzo, para ellos respondo,  al despedirme de ellas un corzo atravesó mi camino haciendo crecer aún más los deseos de volver.